Durante estos días previos a la festividad del día 1 de Noviembre, veo como si de un rin de boxeo se tratará las dos formas de celebrar ese día o más bien, a seguidores de una u otra tradición que intentan imponer la superioridad de la que practican, tachando la otra opción como una verdadera aberración unos, o como algo anticuado y fuera de moda otros, provocándose verdaderas batallas verbales que lejos de traer algo positivo como poco causan un mal ejemplo en los más pequeños.
Pienso que deberíamos ser más flexibles, y tener un mayor grado de entendimiento, comprensión y empatía por los demás, es cierto que la festividad propia de la cultura anglosajona cada vez gana más adeptos, y que cada año se implanta con más fuerza, frente a la tradicional fiesta de honrar a los difuntos, es así porque a nivel educacional para empezar dentro del curriculum escolar en la asignatura de inglés, desde 3º de infantil hasta los últimos años de primaria, se ve por estas fechas unidades formativas dedicada a este tema, como Orientadora me pregunto sobre el cacao mental que tendrán esos niños/as que en su casa vean que hablan fatalidades sobre esta fiesta y luego en el colegio se lo pinten de una forma totalmente distinta, incluso realizando durante toda la semana actividades, teatros y manualidades propias con lo que se lo pasan estupendamente.
Lo ideal sería que disfrutáramos en familia de ambas opciones y aprovecháramos para educar en valores y ser más tolerantes y flexibles, por ejemplo que bueno sería, preparar juntos los dulces típicos de estas fechas y luego disfrutarlos en una buena merienda hablando sobre las tradiciones que se vivían y mantienen en nuestra zona, lo que significan, contando anecdotas, escuchando a los abuelos/as, que bueno sería si compráramos castañas o nueces y de esta forma ayudáramos a sus vendedores a tener una mayor ganancia en estos días, también pueden ser días para desdramatizar la muerte, y hablar con naturalidad de ella, dedicar una tarde para visitar las tumbas de los familiares y amigos y llevarles flores y más allá de recordarlos con tristeza y dolor por el puro egoísmo de que no están con nosotros, pensar y recordar los buenos momentos vividos, son días también fabulosos para compaginarlo con el visionado de cine de miedo, haciendo sesiones familiares, o reencuentro con amigos, preparar una cena y palomitas y pasar un rato en buena compañía, disfrazaos y asistir a una fiesta, realizar manualidades y juegos en casa…
Todo como ven lejos de la crítica destructiva a una u otra opción, disfrutando de los valores y lo que nos aporta cada una de ellas, es dejar a un lado, clichés, creencias o culturas que te limitan y abrirte con la misma mirada de un niño a lo que ofrecen y sacarle con nuestra experiencia todo el partido aunque seamos más de noche de difuntos o de truco o trato.
Deja un comentario