Ahora más que nunca nos preguntamos y preocupamos por el Futuro, pero, cómo vamos a dibujar nuestro destino o dicho camino si no nos sentimos inspirados, si nos dejamos influir por las malas noticias o desconocemos cuál es nuestro potencial y cómo sacarlo y utilizarlo.
Nos encontramos en el momento justo para visualizar las distintas opciones que se nos presentan, para evaluar otras posibilidades y crecer, al igual que la primavera nos recuerda el poder creador y su capacidad de crecer con la naturaleza, nosotros también podemos renacer sacando lo mejor de nosotros mismos.
Las circunstancias actuales suscitan una reinvención, nos empujan a revisar el horizonte que deseamos alcanzar, en lugar de paralizarnos y sentirnos desgraciados por lo que ocurre. Actualmente surge la ocasión de pensarse, de imaginarse con generosidad, confiando en las propias fuerzas y en el talento que poseemos, tal vez ese giro en la trayectoria profesional, ese cambio de relaciones, esa nueva ciudad o ese aspecto personal a mejorar es el paso necesario para salir de nuestra zona de confort y empezar a creer en uno mismo. No importa tanto que el contexto ayude o no a esos deseos, en la medida que uno se permite verse en un escenario diferente empieza a considerar y a sentar las bases del cambio, y esto es necesario.
Después vendrán los planes de acción, los detalles, el desarrollo de lo proyectado, los apoyos y las ayudas, pero en el primer momento de esos cambios, los impedimentos, los miedos, no deberían influir para coartarnos y no actuar. Sino potenciar nuestra consciencia, la libertad para decidir como vivir y sortear dichos apuros, la actitud de creer en nuestras habilidades, aptitudes y capacidades, nos hará disfrutar mucho más de este proceso.
La vida estará llena de incertidumbres y dificultades y nuestro paso por ella depende mucho de la actitud con que las abordamos, en este aspecto la confianza permite dar lo mejor de cada ser humano. El primer paso, es crear pensamientos positivos, ya que son una herramienta poderosa a la hora de construir nuestra realidad. Si pensamos que lo que nos ocurre nos afecta negativamente es probable que así lo haga, al igual que si tomamos decisiones o remedios convencidos de que nos ayudarán, será así en un altísimo porcentaje de posibilidades, es como el efecto placebo demostrado con los fármacos, hasta que punto nuestros pensamientos y nuestras creencias pueden determinar lo que nos ocurre y nuestra forma de actuar. De este modo la confianza y el creer en nosotros mismos, actúa directamente en el cuerpo influyente, en la química cerebral y el sistema inmunitario, nos hace más sanos y flexibles. Si una persona demuestra confianza en sí misma, es percibida como digna de confiar en ella, de modo que la gente y el mundo le devuelve más de lo mismo.
Vivir un despertar de la consciencia en este aspecto, visualizar varias opciones y oportunidades, y creer en uno mismo y potenciar la confianza puede ayudarnos en la vida cotidiana más que otros recursos mejor valorados socialmente como (la inteligencia, conocimientos, seguridad económica…etc). Este aspecto es un objetivo primordial de la persona, consiguiendo dichas actitudes tenemos grandes pasos dados hacia ese horizonte que queremos alcanzar. Si carecemos absolutamente de dicho recurso nos invadirá la ansiedad, el miedo, las dudas, la inmovilización…etc. Quién por el contrarío cuenta con esta premisa en su vida, confía, disfruta de ella, se siente en armonía con la vida y puede encontrar placer en infinidad de cosas, y no teme a los problemas que puedan surgir.
Tenemos que reencontrarnos con nuestro potencial innato, con la confianza en el mundo, y en creer en nosotros mismos, son tres herramientas para crear nuevas maneras de percibir lo que nos ocurre, y salir lo más beneficiado de ello. Estas herramientas, habilidades, y cualidades se entrenan y se pueden adquirir, por ejemplo el COACHING, te ayuda a través de un proceso a conseguirlas y mantenerlas a lo largo de tu vida, instruirse en el arte de creer en uno mismo y en la confianza nunca llega tarde, porque sus efectos en la vida y tus experiencias harán de tí una persona más segura y feliz.
Tomar el camino de la confianza, de la seguridad en uno mismo, de la apertura de mente para situarnos en distintas opciones y ver de toda cosa la oportunidad que surge, nos enseña a actuar de modo distinto, a modificar nuestros estados para obtener resultados diferentes, lo cuál repercutriá en nuestra forma de ser, de estar y en nuestras creencias.
Fortalecer este músculo es un recurso que nos abre oportunidades y posibilidades, ser capaz de actuar adecuadamente incluso si la vida nos da una patada, transformando este hecho en un impulso hacia delante. Si piensas que lo necesitas, el Coaching en este aspecto te puede ayudar.
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