Cómo entender y ayudar a los adolescentes, esa etapa de nuestra vida caracterizada por los cambios, físicos, de prioridades, una etapa clave e importante que muchas veces se torna en un periodo duro, difícil, falto de comprensión, de empatía por parte de padres, profesores y tenemos también que recordar que todos pasamos por ella, se puede entender y ayudar al joven adolescente, ¿qué te hubiera gustado a ti a esa edad?
La adolescencia no es una edad tan difícil, lo que pasa es que incluso nos condicionamos para que esa etapa sea difícil, rebelde, cuando lo que nos pasa es que llegamos a una etapa de cambios, hay cambios hormonales, cambios físicos, que nos influye a veces de forma negativa, porque nos encontramos en un momento dónde algunos son muy altos y otros bajitos, salen granitos en la cara, las chicas empiezan a desarrollar los pechos, caderas, y todo esto a veces crea inseguridad, baja autoestima en los adolescentes, además es en una etapa en la que el grupo de iguales toma una importancia absoluta, dejan de pasar tiempo en familia para pasar y querer estar todo el tiempo con sus amigos que son con los que ahora se entienden, y se interesan y les divierte cosas que no causan ese efecto en los mayores, y todo esto genera un distanciamiento, encima si a todos estos cambios que nosotros los adultos denominamos “pavo”, le estamos dando una calificación despectiva, ya les estamos diciendo que teniendo el pavo es ser gansos, poco creibles…
Y en esta etapa crucial, ¿en que tenemos que estar pendientes los padres o educadores?, tenemos que estar pendientes de lo que nos une, los adolescentes quieren que les des su aprobación, quieren muestras de cariño, de apoyo, que les compartas y cuentes que hacías tú a su edad, y nosotros no podemos sólo estar pendiente de las cosas que nos separa, es decir, no podemos quedarnos y centrarnos es las malas contestaciones, el mal humor que un día tenga, el hecho de que ya no tenemos la confianza de antes con ellos porque ahora dedica más tiempo a sus amigos, que le empiece a interesar cosas que nosotros no compartamos, si sólo nos centramos en lo que nos separa y no en lo que nos hace sumar que nos sigue uniendo como familia o como equipo educativo, y en eso que hacen bien, de esta manera estaremos fomentando que el adolescente se sienta solo e incomprendido y no le ayudamos en absoluto.
Y algo muy importante para esta edad, es cierto que se deben poner límites en esta edad para generar responsabilidad, disciplina, orden, el hecho de intentar sumar no exime el hecho de mantener una firmeza, unos valores y unos límites, como por ejemplo hablar con tus hijos para que lleven a cabo sus responsabilidades, sus horas de estudio, su ayuda en las tareas del hogar, controlar el tema del uso de las nuevas tecnologías, redes sociales, teléfono móvil, está claro que son unos recursos que utilizan para mantenerse en contacto con sus amigos, para quedar, y que ellos no pagan sino son los padres quienes corren con ese gasto, hay que inculcarles un uso adecuado, que no estén todo el día enganchados y sobre todo tener un seguimiento sobre los amigos que tienen, que fotos suben, para evitar así malos entendidos o problemas mayores. Ahora cumpliendo con todos estos límites, con esas responsabilidades, atendiendo a la autoridad paterna o de educadores el sistema de recompensa hacia ellos tenemos que ser consciente que debe de cambiar, ahora les gusta salir, les gusta que les empecemos a dar libertad, pues bien, si cumplen podemos dárselo, una cosa no quita la otra.
Muchos padres me comentan y preguntan que aún dando estas pautas, intentando buscar esos aspectos de unión, recompensando o limitando de forma adecuada, si ¿puede existir una rebeldía en la adolescencia porque sí? ¿por qué hay adolescentes, hijos por ejemplo, más rebeldes que otros?
La rebeldía aparece porque el niño/a empieza a ver que se hace mayor, que en él o ella hay cambios, y empieza a querer más autonomía, más poder de decisión en lo que hacer, tener más libertad, con los horarios por ejemplo y sobre todo la rebeldía nace de que ya en esa etapa no nos sirven las cosas porque sí, o que te manden hacer esto aquello porque soy tu padre o tu profesor, el adolescente quiere comunicarse, que se razone con él, lo importante aquí es negociar, llegar a conclusiones, si la persona cumple con sus obligaciones, estudia bien, no es contestatario, es lógico que se le premie con sus momentos de intimidad, de salir, también debemos como padres y profesores respetar la identidad y no criticar, es decir nos podrá gustar más o menos la ropa que usan, como se peinan o que música escuchan pero es su forma ahora de expresarse, de transmitir sus ideas, hay que explicarles eso sí, que igual para ir a ciertos sitios, para buscar un trabajo puede ser que ir de esa manera pueda ser positivo mientras estudian pero no luego para insertarse en el mundo laboral por ejemplo, explicar pero no juzgar, así evitaríamos la rebeldía o más bien la rebelión a la norma.
También hay padres que me consultan ¿cuáles son esas normas in-negociables?, esas normas in-negociables tienen mucho que ver con la escala de valores de los padres, de las normas que se quieren implantar en la unidad familiar o incluso en el centro educativo si hablamos de profesores, tienen que ver está claro con esos límites en los que ves que la persona va por un mal camino, que puede acarrear problemas, o situaciones conflictivas mayores que puedan acarrear consecuencias muy negativas para su persona, por ejemplo si en mi casa es in-negociable el horario de llegada, no se puede llegar más tarde de las 12 en invierno con una edad de 14-15 años por ejemplo. Es lo que hay que acatar, y se le puede explicar de forma tranquila sin enfadarse y sobre todo no ceder a los chantajes emocionales que utilizan de “es que a mi amiga le dejan o es que me trae el padre de la fulanita si llego más tarde”, esto es así en casa, y además establezco una acción consecuencia, si cumples con esta norma en invierno, en verano, o en alguna fiesta o situación especial empezarás a tener más horario. Y si no hay cumplimiento de la acción, la consecuencia será el castigo, un castigo reparador para su conducta y que le sirva para la reflexión, por ejemplo si llegas más tarde evidentemente no tendrás más horario en verano, y si encima llegas bebido por ejemplo te voy a llevar a un centro donde veas a chicos/as como tu que hicieron esto que tu me estás diciendo ahora que ves como algo normal…de esta manera se entiende el motivo de porqué existen unas normas y las consecuencias que tienen no cumplir esos límites.
Recordad que la cantante Jannette cantaba...soy rebelde porque el mundo de ha hecho así, porque nadie me ha tratado con amor, porque nadie me ha querido nunca oír…. pistas más que suficientes ¿no creeís?
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