Hablar, comunicarte, mirarle, comprenderle, tocarle, desearle, jugar, las acciones más útiles y que más confianza, complicidad y salud invierten en la relación de pareja, alrededor de un 80% de las parejas que acuden a terapia lo hacen por una comunicación deficitaria, por no saber solucionar conflictos o peleas que bajo una buena comunicación servirían incluso para reforzar y crecer el vínculo, pero la bola se hace tal que lo más común es oír “y para que voy hablar con él/ella”, “no tengo nada que decirle”, “para qué molestarme sino entiende nada”… Esta falta de comunicación lleva a una desconexión total que afecta a la vida sexual de la pareja, a no desearse, a que la vida sexual pase no a un segundo sino un décimo plano, por lo que la comunicación y el deseo son los ingredientes que mantienen con vida sana a la pareja, y el primero el talón de Aquiles que hace que todo lo demás se vea perjudicado.
Cuando tu pareja haga un comentario negativo, desafortunado, o no hable sobre algo que es de interés o importante para ti, cuando haya algo que molesta no dejes pasar un día sin comentarlo de forma natural, cómoda, asertiva, no des lugar a malas interpretaciones, a suposiciones subjetivas, o hacer esa bola interna tan gorda que el día que explote no haya por donde cogerlo, no añadas problemas a un incipiente problema.
Busca tu lugar y tu momento para hablar, se conciso, sin especular, sin suponer, ve a lo específico, ¿qué te molestó?, a lo concreto no te vayas a otras veces, a otros casos, no entres en un bucle insano, usa siempre un buen tono, se positivo y constructivo y busca la solución, no entrar en conflicto o en la lucha constante de quedar por encima, busca el acercamiento, recuperar el estado de bienestar que os une, y recuerda que quien tienes delante con sus cosas buenas y malas con sus aciertos o errores, te encanta, te gusta, lo deseas, díselo al terminar.
Por lo tanto es importante que sepamos dialogar, expresar lo que queremos o lo que necesitamos se puede hacer sin caer en el enfado, los malos modos o la agresividad, saber escuchar al otro también es vital, por eso acudir a terapia, a talleres de comunicación, de Coaching para parejas, son ejercicios o actividades que no sólo puedes realizar y compartir en pareja cuando hay un problema o se está mal, qué divertido puede ser acudir juntos para aprender y mejorar aún más.
Si a esto le unes una vida sexual apetecible, entusiasta, fuera de rutinas, con la que te ríes, disfrutas y gozas, tu pareja tendrá una salud envidiable, para ello busca tus momentos más románticos, o se salvaje, o incluso místico, lo importante es que cuando hagas el amor, estés inspirado y abierto/a a disfrutar con tu pareja, y si te apetece aquí, también puedes hablar, pero sólo acorde con el acto, no te pongas a decirle que tenéis que hacer la compra…
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