Queremos estar en mil partes, hacer mil cosas, cumplir con la familia, la pareja, los hijos, atender nuestro hogar, ir a comprar, ser excelentes profesionales, seguir formándonos, hacer ejercicio…¿cómo podemos llegar a todo de manera efectiva?. Cuando se trata de ser más eficaz y mejorar tu productividad no se trata de trabajar más o pasar más tiempo en una tarea, al contrario. Consiste en  buscar la manera de ponértelo fácil para que te resulte fácil.

Mejorar tu productividad tiene mucho que ver con la manera que gestionas con más eficacia los obstáculos, las barreras y las distracciones que encuentras en tu camino: cualquier circunstancia que frene o se oponga a tu avance.

Los seres humanos tenemos muchas cualidades, la de la adaptabilidad, nos diferencia, y permite crear opciones en nuestras vidas.  Habituarse a determinados aprendizajes, hábitos, acostumbrarse, dejándo de lado nuestra capacidad de elección, nos limita. Para ser eficaz hay que saber elegir las respuestas más adecuadas a cada uno de los estímulos que recibimos. En nuestra vida tenemos muchos objetivos, laborales, personales…diferentes papeles, numerosas facetas, y para ser eficaz en cada cosa día a día, debemos saber qué buscamos, cuáles son nuestras metas en cada una de nuestras áreas, en lo laboral, en lo afectivo, en lo intelectual, y así en todo lo que conforme nuestra vida.

Hay multitud de cosas importantes y de menos importancia que debes gestionar y no olvidar. Se te crea un estrés porque a veces a final del día te das la cuenta que tienes pendientes temas que no has hecho porque se te ha escapado, el tiempo, porque se te ha olvidado…El estrés procede del incumplimiento de acuerdos a los que has llegado contigo mismo. Las únicas maneras de tranquilizarte son cancelar los acuerdos, cumplirlos o renegociarlos. Pero no puedes hacerlo si has olvidado las cosas o las dejas pendientes, la mejor solución: la organización, dicha acción es la base del éxito. Utiliza la agenda, apunta todo lo que quieres hacer en el día, y diferencia entre lo urgente y lo importante. Delega si es necesario determinadas tareas, toma conciencia que dejas de hacer y si lo suples haciendo otras cosas, debes posponer lo que no es necesario en el momento, acostumbrate a planificarte adecuadamente, gestiona el tiempo y los recursos y esto te hará ser más eficaz.

¿Se puede entrenar la eficacia?, para empezar utiliza todo tu potencial, y tus capacidades, si tienes conocimiento de tus posibilidades y tus limitaciones será más fácil organizarse, y encontrar una coherencia entre lo que deseamos y nuestra realidad, de esta forma conseguiremos menos frustraciones por no cumplir expectativas fijadas y que no eran realistas, por ello no dejamos de ser mejores, no es mejor el que más hace, sino el que sabe lo que hace y valora lo que es capaz de hacer.

Se positivo, el no puedo o el yo soy así, atentan contra la autonomía y el crecimiento, y lo dejaran siempre dependiente, cambie la actitud, luche por lo que busca adquirir. Supere los obstáculos y las barreras diarias.

Vea las alternativas, opte por enfoques diferentes, elija aunque luego deba atenerse a las consecuencias de la elección, consulte otros puentos de vista, otras opciones, escuche a los demás, confiar en los demás también es una muestra de confianza en sí mismo.

Viva la vida con todo lo que nos ofrece, en plenitud, nos llevará a la renovación permanente. Asumir cooperar permite el trabajo en equipo, (tanto en el mundo laboral como en el personal), “juntos podemos ser más eficaces”, lo saludable es integrar.

Ser más eficaz en tu día a día, si sigues estas pautas y conductas será un objetivo cumplido, además de aumentar la integridad con la responsbilidad y el compromiso de uno mísmo y la coherencia entre las ideas y la acción.